Un grito al unísono: Esto es El Kuelgue
Con entradas agotadas, El Kuelgue volvió al Teatro Vorterix por partida doble, luego de un tiempo sin tocar allí. Con la excusa de empezar a presentar lo que será el lado B de su disco Fierrin, brindaron un show ecléctico que ya entra, sin dudas, entre los mejores del 2019.
Si hay algo que ya no sorprende a nadie con respecto a los shows de El Kuelgue, es ver con tiempo de anticipación el flyer de entradas agotadas rondando por las redes. El doblete en el Teatro Vorterix no fue la excepción, por lo que en la jornada del viernes 23 (repitieron el sábado 24) el recinto se encontró explotado de fanáticxs.
Rondando las 21:15hs, las luces se apagaron y se empezaron a escuchar las palabras de José Luis Camacho, alma máter del canal de YouTube Mundo Desconocido (cuenta con casi 2 millones y medio de suscriptores). De un video de dicho canal, la banda sacó la introducción del tema que da inicio a Fierrin (Lado A) y también le daría comienzo al show: “Planeta Numir”.
Con un llamativo juego de luces y pantallas, quizás complicadas para los fotógrafos pero que enriquecían mucho desde lo visual para el público, la gente comenzó a entrar en calor con “Circunvalación”.
“Muy buenas noches, nosotros somos El Kuelgue” soltó Julián Kartún (cantante), una frase ya característica de él para presentarse ante la audiencia en cada show. Con toda la banda vestida en un elegante sport, Juli expresó que estaban "Contentos de presentar cosas, canciones y momentos de la vida que nos atraviesan aquí en Vorterix”. Unas palabras después, al tocar algunos temas de actualidad, un grito al unísono se apoderó del lugar: “Vamos a volver”. ¿Acaso puede agregarse algo más?
Después de una exquisita versión de “Si no te vas”, con una soberbia ejecución de saxofón por parte del talentosísimo Pablo Vidal y de un pequeño permitido de la banda al tocar un pedacito de “Yo no sé mañana” (canción de El Original), llegó el momento del primer invitado de la noche. Juan Ingaramo se subió para cantar “En avenidas”, levantando los aplausos de todo el lugar. Luego de que Julian catalogara su invitación como uno de los gustos que se daba El Kuelgue, llegaría otro gustito más: una versión bien lograda de “La Balsa”, mítica canción de Los Gatos. ¿La particularidad del cover? Kartún cantó toda la canción con autotune.
Toda una declaración de principios en tiempos donde el trap está ganando cada vez más terreno en la escena musical latinoamericana de la mano de exponentes como Duki, Paulo Londra y Cazzu, por mencionar solo algunos nombres. Además es un recurso con el cual la banda se atreve no solo a jugar en vivo con improvisaciones desde el lado humorístico, sino que lo incorporó en el mencionado Lado A de Fierrin para la canción “Jimena”, la cual fue parte del setlist.
Por cierto, hablando de la lista y del mencionado disco, fue momento para otro tema que formará parte del Lado B llamado “Parque Acuático”, el cual en solo un par de meses recolectó millones de reproducciones en las plataformas digitales. Y como si de gritos al unísono se tratara la noche, llegó uno más: “¿Te das cuenta? Volvimos a vivir en los noventa”.
Hubo tiempo para algunas sorpresas más, como un interesante enganchado de canciones (“Carece de sentido”, “Lucho Gorrión”, “Salidera” y “Bossa & People”) y un estreno llamado “Natación”, una nueva canción recientemente lanzada que sirve como otro adelanto de Fierrin Lado B.
Al percatarse de la presencia de hombres de seguridad apuntando con lásers a la gente, Kartún pidió uno prestado para jugar un poco con el público. Y lo que parecía ser algo completamente improvisado, terminó siendo algo preparado y perfectamente logrado, con muchísimas luces verdes apuntando hacia todo el teatro y el cuerpo de Julián. Mientras tanto, el resto de la banda interpretaba una especie de música electrónica que terminó derivando en “Amor, Comprensión y Ternura”. Así, al menos por un momento, nos hicieron sentir a todxs en una fiesta con un DJ pasando temas desde su consola. Gracias a esto, quedó demostrado que Julián Kartún es uno de los mejores (¿por qué no el mejor?) showman de la escena musical Argentina y que El Kuelgue, desde lo musical y en todos los aspectos que a ello refieren, es por lejos una de las mejores bandas del país.
De a poco asomaba el final de una intensa jornada y así, llegaban los últimos temas de un setlist que contó con 21 canciones.
“Dele Tiempo” despertó fuertes reclamos contra Mauricio Macri (lo cual derivó en el ya clásico “MMLPQTP”) y también se exigió que debe separarse la iglesia del Estado. Porque a pesar de todo el aspecto musical, otra cosa en la que destaca El Kuelgue es en la de incorporar las temáticas sociales en sus shows y exigir los cambios necesarios desde ese lugar.
Como ya es un clásico, la gente pidió también “que no se pare de bailar”, así que atendiendo ese pedido “Cristo es Marquitos Di Palma” llegó para lograr el último grito al unísono de la noche: “Cumbia sí, trabajo no”. Luego de agradecer a todo su staff por el trabajo y la ayuda de siempre, sonó “Cariño Reptil”, donde Julian soltó a los gritos una simple pero contundente frase: “Esto es El Kuelgue”, mientras todo Vorterix no paraba de saltar al compás de la canción. “Góndola” le dio fin al impecable recital brindado por, posiblemente, la banda más ecléctica del rock nacional actual. Eclecticismo que les permitió crear este show que se posiciona ya como uno de los mejores en lo que va del 2019, desde lo visual (gracias a un excelente trabajo de León Greco en las luces), como así también desde lo musical y los toques humorísticos perfectamente logrados por la dupla que forman Julian Kartún y el infravalorado Santiago Martínez (voz y teclados), pieza fundamental en los shows de El Kuelgue.
La gira seguirá este fin de semana en Auditorio Oeste y, durante estos meses, con shows en distintos puntos del país como La Plata, Rosario y Mar del Plata, entre otras plazas. Habrá que esperar para ver si de acá a fin de año hay otro show en Capital Federal. Mientras tanto, por favor: ¡Que no se pare de bailar!
Fotos por Vicky Pilz Dinale.