La Vela Puerca en Vorterix: Salir de la zona de confort
La banda uruguaya se presentó por partida doble en el barrio de Colegiales, con entradas agotadísimas para ambas funciones, con un show repaso de todos los momentos de la historia velera.
Martes helado, muy frío. Las inmediaciones del Teatro Vorterix no presentaban una atmósfera normal de recital. La gente que llegaba al lugar, no perdía tiempo y se metía sin dudarlo al recinto ubicado en las intersecciones de las avenidas Álvarez Thomas y Federico Lacroze.
Adentro, se encontraban con el show de Los Oxford, quienes estuvieron en ambas fechas siendo la banda invitada. ¿Invitada por quien? Nada más y nada menos que por La Vela Puerca, quienes volvían a Colegiales después de muchos años de ausencia en dicho barrio.
El tiempo empezó a correr y pasadas las 21hs, el telón se abrió. Sebastián Teysera, más conocido como el Enano, se tomaba un minuto para darle la bienvenida a todxs y agradecerles por haber comprado la entrada en un momento económico tan complicado del país, lo que rapidísimamente despertó un grito unísono del público: MMLPQTP.
Quienes venían asistiendo a los shows que la banda estaba dando por los diferentes barrios porteños y del conurbano (Temperley, Abasto, Flores, Pompeya y próximamente Haedo y San Justo) se estaban encontrando con una lista bastante repetida, basada mayoritariamente en las canciones del último álbum de La Vela, Destilar (2018). Pero para sorpresa de propios y extraños, “La Sin Razón”, “Cada palabra” y “El primero” fueron las elegidas para dar inicio, en una decisión celebrada por casi todo el lugar.
“¿No se esperaban eso, no? Vamos a tener más sorpresitas” comentó el Enano, sonriente y cómplice.
Después llegó el momento en el que tomó protagonismo el otro Sebastián de la banda, Cebreiro (más conocido como el Cebolla). En un lapso de 6 canciones, Cebolla interpretó cuatro de sus temas: “Polidoro”, “La Madeja”, “Aprendiz” y “Buenas Mascotas”. Al finalizar este bloque, el 90% de la banda abandonó el escenario para dejar solo al Enano, quien se sentó sobre su popular banqueta (con guitarra en mano) para el siempre presente bloque acústico de los shows veleros.
Todxs seguramente estaban esperando las canciones que Seba suele hacer, como “La Luna De Neuquén” (canción del mencionado Destilar, que grabaron junto a Raly Barrionuevo) o “Respira”. Pero cuando al comenzar el show se prometieron más sorpresas, era hora de una muy grande.
“Siempre es bueno salir de la zona de confort, así que vamos a hacer estas canciones que hace mucho no tocamos” dijo el Enano, ante el asombro de todo el teatro. Fue así que empezaron a sonar los acordes de “Hoy”, canción presente en la segunda parte de Piel y Hueso (2012), el cual se nutre de canciones acústicas.
“Ahora vamos a hacer una mía que hace mucho no tocamos, no la recuerdo bien así que ayúdenme”, exigió Cebolla para darle pie a “El Buitre”. La gente ya se mostraba súper eufórica y contenta con estas canciones, pero las sorpresas no terminarían allí. Teysera interpretaría dos canciones más de su haber: “Solo un paredón” y “Dice”, otros dos temas que hace años no estaban en las listas de los uruguayos. Las 1500 personas presentes en Vorterix se rompieron las manos para aplaudir el emocionante segmento de canciones que acaban de presenciar.
Luego del bloque comentado y de un clásico como es “Va a escampar”, se posó sobre el escenario Manolo, el excéntrico integrante del staff velero que suele subir a interpretar canciones de las primeras épocas. Fue así como llegó una nueva sorpresa, ya que se venía otro tema que hace años no era incluido en el setlist: “Potosí”.
Después de un parate y una catarata de hits culminada con “Llenos de magia”, la banda uruguaya quizá más querida por los argentinos daba por finalizado su show de 28 canciones impecable y sin fisuras, que se paseó por todos los estados emocionales que una persona puede vivir en un recital.
Lxs jóvenes y los padres que asistieron junto a sus hijxs (la banda sacó una promo de entradas para que menores de entre 7 y 15 años asistan gratis con un mayor) se fueron más que contentos a sus casas. Se notaba en los rostros que se había vivido un concierto de una calidad inmensa. Sin dudas, celebramos que La Vela Puerca haya apostado por salirse de su zona de confort… Esperemos, sea algo que suceda más asiduamente.
Foto archivo por Mica Ridiero.
