Los celulares apagados, por favor
La hermosa Tangente recibió el viernes pasado al superdotado Eric Mandarina, un jóven artista que sin dudas encarna una propuesta realmente novedosa para todo el universo musical. Ese día a las 00hs lanzó en las plataformas digitales un nuevo sencillo: “Tres tristes hípsters”, que sería (a la noche) la primer canción de su show. Pero antes, una magnífica introducción marcaría lo que parecería ser la temática de las últimas obras de Eric: una fuerte crítica a la sociedad desatenta emancipada de la realidad y ultra dependiente de los aparatos tecnológicos.
En la segunda canción la crítica se vuelve más vasta y abarca al gobierno, se politiza. "Tranquilo mijoh" se cruza con problemáticas sociales como el gatillo fácil.
RitualFir3 coreó todo el recital e incluso tuvo participaciones más decisivas, básicamente se hizo con el escenario. Su voz y su energía se acoplaban perfecto a la rareza de Eric. Más toda la banda tenía lo suyo, cinco vientos, un bajo... Y un paso al frente el director de la orquesta, siempre un personaje, pues su propuesta vaga por lo tecno-teatral, mezcla de beatbox con guitarras percusivas. De poesía combativa con parodias chistosas. Eric es un cóctel explosivo.
"Estructurador" fue otra clara demostración del talento nato que maneja este muchacho. Sin más instrumentos que su voz, la canción te interpela más que nada por su nivel de interpretación, insisto, resulta impactante. Posteriormente, hizo algunas más de su primer cd El error, "En la mesa del recuerdo", "Salamandra", "Brasstep" y "Poxy". Es menester aclarar que el juego de luces jugó siempre un rol fundamental para la totalidad de la puesta en escena, siempre acompañó bien.
Así fuimos llegando a la recta final, con solos de beatbox, profundas y efusivas interpretaciones, momentos para parar el oído y momentos para bailar de lo lindo. Todo su EP Sistema, fue realizado de punta a punta, tres canciones que también manejan un contenido social importante, "Sistema", "Los pibes" y "Maleza", más "Impronta" que es una introducción instrumental.
La última sorpresa fue "Tres tristes hipsters", nuevamente pero en su versión full, con toda la banda. Al final, la ovación.
Se entiende que la propuesta de Eric Mandarina sobrepasa lo musical, es renovadora y por ende, super particular. Quien vaya a verlo se va a encontrar, sin más, con algo que no se lo espera y además, seguramente, nunca haya visto nada parecido.
