Varios corazones, un solo camino
Antes del Arché no había nada, según los filósofos de la Antigua Grecia. Arché significa el origen o el principio de todo. Lo que supo valerse de sí mismo sin la ayuda de nadie.
Un show en vivo de De La Gran Piñata son dos horas hermosas donde une se sumerge en un festín de sensaciones que le va a revolver el cuerpo y, sin más, parecerá que todo empieza y acaba allí mismo.
“Mis cicatrices” abrió la noche del Club tucumán, en Quilmes. Sobre el escenario Darío “Pantera” Giuliano en voz y guitarra, Lucas Martínez en guitarra, Nicolás Persig en bajo y Alejandro Zenobi en batería, esta vez más unidos que nunca. “30 mil luces” fue la segunda canción, una poesía con un significado profundo e histórico. El clima estaba alterado, cambiante. La Piñata tiene esa característica, te pasea por distintos estados emocionales en un santiamén. Así sonaron “Crudo” e “Ícaro” y también “Borracho” y “Algún día”, donde el contraste era más evidente.
De esa manera la lista fue intercalando temas nuevos y no tan nuevos. “Los días de sol”, “Polvo y arañazos” y “Canción de cuna” fueron algunos de ellos. Cada vez que terminaba una canción los músicos brindaban o se abrazaban manifestando picos de ternura que desembocarían más tarde en un comunicado inesperado. Les presentes estábamos siendo parte de una despedida y recién nos enterábamos. Lucas argumentó los motivos por los cuales daría un paso al costado. Sus palabras hicieron doler a más de une, pero el camino del corazón es innegociable. Y es uno solo.
Entre lágrimas ya en el ápice de la noche, con las gargantas hechas nudos, restaban cuatro canciones que quedarían en la memoria de todes. “Fiebre”, “Simple”, “Residuos” y “Tu can”, conformaron el último acervo de canciones que barrió las migajas de agite que quedaban. Un sabor agridulce nos acompañó en la vuelta a casa.
Sobre el futuro de la banda lo único que sabemos hasta ahora es que sigue. El viernes 10 de mayo tocan en el XLR de San miguel y en junio estarán por Rosario y en Capital Federal, en el Teatro Vorterix. Lo dijo Lucas, “la banda sigue porque esto no es cosa de uno, esto es un sueño”.
Fotos por Ayelén Caetano Madrigal.
