Feliz estreno para Antes de mañana
Entre focos y faroles de luz cálida, se sentaban cómodos en el piso de madera los asistentes, todos cruzando las piernas; sentados como quien se sienta en ronda en el pasto de una plaza compartiendo unas cervezas y que, a pesar del frío y de la llovizna molesta, se encontraba llena.
La ansiedad se hacía escuchar con aplausos para que empezara el show, el ruido de un tren se escuchaba cada vez más cerca como la banda que se acercaba a la par de ese sonido. Se levantó el telón y todo era arte, como un cuadro lleno de instrumentos, de gente de traje y corbata y de arreglos florales en cada micrófono en tonos rojos, rosas y blancos; luces fucsias lo cubrían todo y la percusión quedaba como primera protagonista.
La plaza era el Xirgu Espacio UNTREF que sirvió de perfecto marco de gala para el estreno del nuevo material que se tocaba por primera vez en vivo esa noche: Antes de mañana. El recorrido empezó con una seguidilla de canciones nuevas de las cuales reservaron su nombre, pero de las dos primeras tuvimos un pequeño adelanto en las redes sociales que nos dejaba hacer trampa y saber que la primera se trataba de “Aguatera” y la segunda de “La misma pena”.
A continuación sonó “Café Goyheneche” con aplausos seguiditos para acompañar este ritmo, “Riego mi sombra” y el público se encendía cuando el final fue atrapado por el acordeón; con un solo que se fundía al final y para terminar este trío sonó bien arriba “No se vive feliz comiendo perdiz” con el charango y el violín tomando el centro del escenario.
A pesar de la formalidad del teatro y de su vestimenta, había algo que parecía querer escapar de ahí, algo que se dejaba ver más allá de las apariencias. ¿Será por los saltitos en el escenario y las risas cómplices? ¿O será por las cumbias que sonaban y la mezcla de instrumentos? Instrumentos como el acordeón, el clarinete, el violín, el charango pero con la percusión y las guitarras bien arriba.
Algo que hacía bailar a las camisas y a los pantalones de vestir al compás de distintos ritmos y estilos que cuadran y a la vez no cuadran en un solo estilo, como Juana Aguirre (voz) con sus trenzas como Pocahontas pero de saco y corbata marrón.
El camino de estreno seguía mientras veo que dos personas suben el celular para filmar en un mismo momento exacto, una especie de amor en los tiempos de la virtualidad. Por suerte solo era para llevarse algo de lo nuevo para escucharlo más tarde y calmar la ansiedad del nuevo disco, luego los dos lo guardaron para seguir disfrutando del vivo.
Hubo lugar también para algunos covers, el primero de Palmenia Pizarro: “En Vano” interpretado solo por la voz de Juana, su guitarra y el violín; seguido por “Si vai pal sur” de Lola Membrillo -Perota Chingo-, que también grabaron en su primer disco.
El final se acercaba al ritmo de “Miren” y “Francamente” que a esta altura ya había subido el calor y caían los sacos y se desajustaban las camisas mientras se formaba un pogo en el escenario entre cables y abrazos bajo luces amarillas.
La encargada de cerrar la noche fue “Palabras que matan no mueren” y hasta el puño contra el pecho servía de instrumento. Cada integrante hizo un solo improvisado y se despidieron uno a uno: de repente era un fogón-zapada y el fueguito estaba hecho de palmas.
Les costó a la banda esconder la ansiedad que generaba el nuevo material, que tiene prometida su salida este mes; pero la espera se hace larga ya que contaron con algunos inconvenientes, detalles reservados para quienes estuvimos presentes.
Lo importante es que su resiliencia hizo que pasara la tormenta ayudados por ese ambiente que trasmiten de familia unida y numerosa; por lo que pronto tendremos girando lo nuevo en todas las plataformas digitales.
Lo que se escucha por ahí:
• "Dale, ¡entra! Te va hacer bien" • “El de la flautita la re sube, es un capo" • "Waaaannsimwaaaa" - alguien imitando el clarinete. • "Qué voz tiene esta mujer" • “Ya es hora, estamos tarde: aborto legal, seguro y gratuito” • “El juego del pifie” • "Colorado el 23, yo te tenía el 22"
Fotos por Aylu Barrios.