Viejo Farol y cómo sortear eventos desafortunados
La espera se hacía larga en este viernes frío y el bar de planta baja de Casa Rock supo servir de refugio, con recitales que se veían en las pantallas y las cervezas que corrían para armar la previa. Mientras que, en el entrepiso, los más ansiosos esperaban a que abran puertas para subir y disfrutar del show.
Una serie de eventos desafortunados que incluyeron una goma pinchada y no sé qué drama con un flete, hicieron que el comienzo se atrasara más de lo debido, pero su público esperaba firme al ritmo de lo que sonaba de fondo: Los Abuelos de la Nada y Soda Stereo, entre otros. Un poco después de la una de la madrugada, finalmente subieron al escenario agradeciendo por la espera y ofreciendo disculpas por la tardanza que, a juzgar por los gritos de aliento, estaban aceptadas.
Los temas elegidos para el arranque fueron “Equibrio” de Disfrutar sin entender (2011), “Para el olvido” uno de los temas nuevos que ya se iba adelantando, “Que se yo” con la armónica de Daniel González como protagonista y “Lo que dejaste”, donde ya los pies se movían con más ritmo para dejar atrás el frío, ambos del disco Crescendo (2015).
Luego llegaría formalmente el momento del estreno de su nuevo trabajo, del cual ya habían anticipado un tema en lo que iba del show. El segundo single fue “Los culpables”, que Federico Larocca (Voz y guitarra) nos contaba que fue compuesta un 30 de diciembre, y que si bien no hablaba directamente de la tragedia tan conocida por el rock, si reconoce que nunca más ese día volverá a pasar desapercibido. La letra contaba todo lo que nos dejó mientras un video de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires, corría detrás tiñendo el ambiente de melancolía pero a la vez de consciencia y memoria.
Luego fue el turno de “Cerca”, compuesta por Federico y otra parte por el batero, Rodrigo Canales; “Amanecer” definida como una canción de amor sin tristeza y, sobre el final, llegaba “Late Argentina” que a simple vista parece un tema hecho para el mundial que está muy presente – como lo afirmaba la remera de Marcelo Medvedocky, bajista de la banda – pero va más allá: invita a la reflexión y nos pide que no estemos dormidos aunque sean las tres de la mañana, que no nos metan ninguna reforma atrás del arco mientras se meten goles, que aprendamos a ver las dos caras.
Revelaron el nombre de su nuevo trabajo: Instante preciso, ya que ven al disco como una caja llena de canciones y cada una, representa un instante único. También presentaron su nuevo logo de letras blancas agrietadas, para renovar el aire de cara a su nueva placa discográfica.
La noche tuvo momentos de todos los colores, algunos con un tinte más emotivo como con “En la piel” que, con su guitarra criolla en la cual se podía vislumbrar en el centro “VF” -las iniciales de la banda-, Federico se acercó al centro del escenario para interpretar esta canción que remite a las comidas de la abuela y sus abrazos... fue como un mimo para los abuelos de todos los que coreaban bien fuerte el tema. Y también hubo momentos más enérgicos como con “Desilusión”, que arrancó con luces rojas y un cover de “Himno de mi corazón” de Los Abuelos de la Nada; donde el público cantaba con emoción cada palabra, a lo que el cantante de la banda no pudo evitar formar parte y terminó en los hombros de algún entusiasmado, que lo cargó hasta que bajó a poguear, cantar y abrazar a todos a la vez.
El show estuvo caracterizado por varios invitados que se hicieron presentes en esta fecha especial. El primero de la noche fue Mateo Moreno (fundador de No te va gustar) que está en su etapa solista hace varios años, de esta banda interpretaron “Te quiero más”. Primero a dos voces junto a Federico para, en la mitad del tema, sumar al resto de la banda. El dato de color es que Mateo también será el productor del nuevo disco de Viejo Farol. Luego era el turno de Federico Esquivel -guitarra y coros de Los Pérez García- invitado en el “El motor para adelante” y Gonzalo Pascual -voz y guitarra de La Chancha Muda- sumó su voz en “Al Revés”.
El encuentro llegaba a su fin de la mano de “Cuatro paredes”, era el final de un show que fue muy esperado por la banda, la cual quería que todo fluyera y aunque tuvo un principio complicado con algunos imprevistos, hicieron de esa noche su fiesta, donde pudieron contar lo que se viene con mucho entusiasmo, invitar a sus amigos y hasta disfrutar abajo del escenario: sorteando cualquier obstáculo.
LO QUE SE ESCUCHA POR AHÍ:
- "Ser los segundos nunca es fácil" - "Para mi que atrás del escenario hay una escalera" - “Es difícil hacer una canción de amor alegre” - “Esta afinado, me gusta” - "Ahora toca 'no era cierto'" - "Me perdí por los tres pisos, toqué con otra banda, me pasó de todo" - “Ideales bien plantados” - “Consecuencia”
