Dispuestos a morir en pie
El título de esta crónica es la sensación que se percibía por doquier, el pasado domingo 20 en Niceto Club. Todo Aparenta Normal se presentó ante una numerosa audiencia derrochando una potencia y una calidad musical apabullantes y que muy difícilmente pueda poner en palabras aquí, aunque haremos el intento.
La noche comenzaría a eso de las 20:30 hs., cuando la cantante pilarense AN ESPIL – o Ana Lucía Espil – diera inicio a la velada junto a su banda Los Alguiens. La banda compuesta por bajo, batería y guitarra principal, sumada a la voz y compañía de la guitarra de An, presentó varios temas interesantes entre los que se destacan “Aquel Viejo Deseo", “Esto que me pasa” y “Mentiras”, todos temas incluidos en el EP de la artista, que lleva el mismo nombre que la última canción mencionada.
A continuación sería el momento de Sevelhumano, una banda de rock hecha y derecha que llamó mucho la atención de muchos quienes los desconocían, entre los que me incluyo.
La banda compuesta por los hermanos Ambiela –Juan en voz y guitarras y José en batería-, Emanuel Granatti en bajo y Matías Tregoning en guitarra, pisó el escenario apenas pasadas las 21:30 para presentar la mayoría de los temas de su disco Pictónico (2017), entre los que se destacan “Degeneración”, “Transmutar”, “Ciudad Rota”, “Mundo Atávico” y “Modo Mostrón”. La banda oriunda de Luján demostró varias veces su alegría por poder decir presente en esta fecha, agradeciendo a la técnica del lugar, staff y a la banda que sería encargada de cerrar la noche. Para quienes se hayan sentido atraídos en este breve párrafo, recomiendo conocerlos y estar atentos a las redes sociales de la banda ya que prometieron la confirmación de una fecha para el 21 de julio, donde se presentarán en un formato innovador, en el cual público tendrá la oportunidad de escucharlos a través de auriculares. Sevelhumano se despidió con “Tea”, de su primer disco La era de las máquinas, dejando más que caliente el escenario para la banda que todos querían ver.
La espera transitó muy tranquilamente, entre música instrumental de fondo y espectadores que prendían sahumerios (Si, leyó usted bien, sahumerios). Usted que está leyendo esto se preguntará el por qué. Lo mismo hago yo, pero no podía dejar destacar algo nunca antes visto en el contexto de un recital, al menos por mi.
Finalmente, a eso de las 22:15 hs., Nicolás y Juan Pablo Alfieri, Alexis Koleff y Luca Barzan saldrían a escena para interpretar “Aquelarre” (una gran elección para abrir el show) de su último disco En el desaprender, lanzado en 2017, del cual también sonarían grandes temas como “Jinete”, “Traful”, “Porno Rock”, “Místico” y “Romper un misterio”, entre otros. Fue al final de este último, cuya letra puede llevar muchas veces a la introspección ideológica del oyente, que se escuchó un fragmento de una entrevista al gran Luis Alberto Spinetta en el documental “Spinetta, el video”, donde el maestro reza una frase muy relacionada con la canción “Nada tiene sentido si no es realmente una liberación global de la gente. Nadie puede sentirse bien mientras a tu lado se pudren las cosas. De nada vale mi revolución de hacerme el hippie o de ser una estrella de rock si la gente está empobrecida o constipada por las degeneraciones del poder”.
La presentación continuaría con temas como “Disfraz”, de su primer disco Diferente; algún puñado de canciones presentes en Hijos del Mundo como “Al intentar destruir”, “Detener el tiempo”, “Al oscuro” y “Como un faro”, sin parar de dar muestra del por qué de su incesante crecimiento. La banda de Don Torcuato seguiría adelante con “Canción del desaprendiz”, “Las manos”, “Calendario”, “Agazapado” y “La dicha de los cobardes”, utilizando a este último como punto final de su show, el cual encontró abrazados a los cuatro integrantes, vestidos de igual manera, junto a los invitados que los acompañaron ocasionalmente (Lucas Delacroix en guitarra acústica, Baltasar Comotto en guitarra eléctrica y el cantante Lucas Villacé). Todos sumidos en un cúmulo de aplausos y ovaciones del público presente, quien seguramente se retiró impactado ante semejante despliegue artístico de esta gran formación.
Dispuesto a morir de pie y al servicio de la canción, si para Todo Aparenta Normal el cielo es techo en su casa, seguramente haya que reescribir ese verso porque es muy probable que se encuentre mucho más arriba.
Foto por Julieta Maccarino para TAN.
