Un Niceto a puro Morbo y Mambo
Ya desde temprano, con tickets virtuales o físicos, el público de Morbo y Mambo se hacía presente en la famosa cuadra de Niceto Vega.
Para abrir y dar comienzo a la noche arrancaron, muy puntuales, los chicos de La Skandalosa Tripulación. Estos muchachos llegaron y ya tocando las primeras notas nos hicieron mover el esqueleto a más de uno -rompiendo el silencio reinante- con el primer tema de la noche: “Solo”. Seguidito de ello, pusieron un pequeño tinte reggae con “En este tiempo" y un poco más adelante, al grito de 'ahora un poco de música consciente para todos los gatillos fáciles' siguieron con “La calle”.
Se podría decir que donde sea que estos individuos pisan, dejan una estela de fiesta.
Llegando a mitad de lista, y luego de agradecerle a Usted Señalemelo y Morbo y Mambo por la posibilidad de tocar con ellos, continuaron su fiesta con un pequeño cover de “Los viejos vinagres” y así iban acercándose a lo que era final de su lista (que constó de 12 temas).
En cada metro cuadrado del lugar se podía palpitar, cada vez más fuerte, la fiesta que había comenzado aquella noche. Una vez calentado el escenario éstos mendocinos se despidieron y le dieron paso a Morbo y Mambo…
Luego de acomodados los instrumentos se subió el telón y los muchachos dieron rienda suelta a las canciones que tocarían para el deleite de su gente; ésta, muy contenta, bailó y saltó al ritmo y compás de cada pista que se tocaba.
Sin dejar de disfrutar, tanto músicos como asistentes y hasta personal del lugar, danzaron
con las canciones de estos muchachos. En ese entonces el tiempo pareció acortarse, dándonos a pensar que el espectáculo fue corto, pero no, ya que fueron casi 120 minutos de espectáculo y fiesta.
Llegada la parte final del show, para el cierre del mismo, se pidieron 'las manitos arriba (o ya sabemos a quién voto)' y los flashes de los fotógrafos nos iluminaron para la foto final.
En fin, durante esas horas todo Niceto vibró “skandalosamente” con mucho morbo y mucho mambo.
Fotos por Flor Berdichevsky.
