Jeites para la liberación
El termino Moksha se refiere a la liberación espiritual, donde el alma se aleja de las ataduras del karma. Siguiendo la línea del Jainismo, un alma que llega al Moksha, es decir un alma liberada, es aquella que alcanza su verdadera naturaleza de gozo, conocimiento y precepción infinita. Podría decirse, de forma vulgar, que el Moksha es un alma plenamente pura y entera.
Con este pensamiento, Jeites nos invitó durante tres miércoles de abril a su #CicloMoksha, donde nos dieron la posibilidad de llegar a alcanzar la liberación de todos. La liberación de todo aquello que nos oprime, al menos así lo sentí.
El pasado miércoles 18, tuvo lugar el cierre del ciclo de liberación y puedo asegurar que en el aire de Niceto Club se respiraba eso: sonrisas por dónde las veas, gente con la cara pintada al estilo Jeites, abrazos entre amigos… Y, entre esa respiración, la banda apareció para hacer su prueba de sonido. Primero sobre el escenario y luego en el medio del público canciones como “Partículas del aire”, “Ey mamma” y “El niño” hicieron que el camino final de la liberación comenzara. Camino que fue sostenido por Los Heladeros del Tiempo con una presentación muy variada que estuvo compuesta por “De vacaciones”, “Canción de otoño”, “Nueve de área sin gol” y “Altura crucero”, entre otros.
Como la gira nos gusta, nos encontramos nuevamente cara a cara con la banda que siempre brinda un show distinto y superior al anterior. Jeites apareció sobre el escenario con sus caras pintadas, sus atuendos y su alegría convertida en carnaval. Estábamos todos “Volviendo a casa” y lo confirmamos porque ellos se encargaron en la primera canción de que ‘lo que te moviliza, activa’ sea más real que nunca. Con una “Triste y melancólica” idea de que era el último día del ciclo, los Jeites nos encontraron entre bailes y abrazos que iban “Desde el fuego” hasta “Todos los fuegos” entendiendo que todo se “Vuelve canción”. Eso estaba pasando hoy en “La capital”: todas nuestras energías se transformaban y se renovaban entre las canciones que nos presentaban.
Como fieles ciudadanos del mundo, “Necesito” nos hizo una limpieza energética casi instantánea y, renovados, pudimos recibir en el escenario a La Pardo Big Band, quienes iban a seguir acompañándonos durante el resto del show. Luego de eso, ‘bailando encuentro una mágica sanación, veo la luz en el rostro del aire’ ponía en palabras textuales, “Afropunk”, describiendo lo que estábamos destinados a vivir aquella noche.
Siguiendo el camino del Moksha, pudimos “Llegar al sol” y fuimos ‘fluyendo en la corriente, dejándonos llevar’ gracias a “The movement” y “Preludio”. La felicidad que transmitía la banda era directamente proporcional a la felicidad que tenía el público. No importaba si nuestras caras pintadas ya habían perdido forma, ni tampoco importaba el calor que empezaba a inundar el lugar porque todos sabíamos que ahí era dónde cada uno gritaba que “Quiero estar” en aquella noche de miércoles, “Una más” junto a Jeites con un “Estado mental” que sólo ellos logran generar. “Me caigo”, “Bienvenida” y “Dubi dubi” hicieron que nuestras caderas se movieran al compás de la música. Aquel momento fue coronado por “Desvío” cuándo todos explotamos entre bailes con amigos mientras cantábamos con la luna azul.
Cada vez que me preguntan por Jeites y qué es lo que más me gusta de ellos, independientemente de que amo sus shows, es que tienen la capacidad de hacer canciones que transforman hasta el más grande dolor en algo mucho más hermoso, más sano y más liberador. Un claro ejemplo de eso es “Acariciar lo eterno”. Cada uno sabrá por qué le significará en su vida pero puedo asegurar que, en ese instante, no importaba si muchos estábamos con lágrimas en los ojos porque la sonrisa de un sentimiento sano es lo único salvador. Continuando con aquella línea tranquila, “De la mano” de Ale Mondelo (Las Pastillas Del Abuelo) en las teclas, “Peiname” y “Distancia” nos hicieron acordar que el show estaba próximo a terminar pero no sin antes generar una revolución de carnavalito. “Karma”, en un espectacular enganchado con “Cumbia del mundo”, logró que volvamos al baile para recibir a “Voce” entre globos, gente subida a los hombros de sus amigos y otros tantos saltando. La liberación estaba por alcanzar su punto culmine.
¡Vamo’ los pibes, vamo’ las chicas! Que estábamos próximos a romper el silencio y, sabiendo que el mundo es nuestro, los chicos de Decilo subieron para darle un mayor énfasis a “Los guachos” y a su mensaje de ser ‘libre cómo el cóndor en vuelo’. Lamentablemente, dentro de esa libertad, “Soy maceta” y “Hola hola” fueron los elegidos para terminar aquel setlist. Menos mal que el público estalló en cantos y exigió a la banda un tema más… De forma muy acertada, “Fuerzas” fue la que le dio el punto final al #CicloMoksha sosteniendo que todos los presentes y todos los que pasamos por Niceto Club durante el mes de abril, sólo buscamos estar bien ¡y que bien que nos dejó Jeites! Porque nos anunció que el 8 de junio van a tocar en el Teatro Sala Opera de La Plata y el 9 de noviembre en, nada más y nada menos, que Patio Konex.
Falta mucho para noviembre, lo sabemos, pero también somos conscientes de que este #CicloMoksha nos dejó a todos con una liberación del alma que es difícil de explicar porque, en definitiva, Jeites es eso: superación y liberación show tras show. Es vivir la libertad en forma de carnavalito y animarse a volar como ciudadanos del mundo, sumando al movimiento del amor y siempre abrazando para romper la distancia.
Fotos por Vicky Pilz Dinale.