CHE PAYASO: Estamos orgullosos del pasado, felices del presente y bien dispuestos para los que viene
La banda platense Che Payaso se encuentra transitando el mejor momento de su carrera y se prepara para arrancar el 2018 con un show en Lucamba, y con la pre producción de lo que será su tercer disco de estudio. Desde Suena Rock Under tuvimos la oportunidad de hablar con Nico Franchino -cantante- y hablamos de estos temas y más.
-¿Cómo nace Che Payaso?
-Fue con Jako, el tecladista. Estábamos en nuestro pueblo, primer día de vacaciones en Rauch de madrugada, como siempre. Nos agarró la mañana conversando. Y, de pronto, de un momento a otro, después de años de amistad rockera y de no haber insinuado jamás la posibilidad de hacer una banda, nos encontramos hablando de eso como si fuera una especie de mandato, podríamos decir. Dijimos: “Volvemos a La Plata y hacemos la banda”. Pasó el verano, volvimos a La Plata y la hicimos. Sin nigún tipo de apuro por nada. Y empezó a crecer ahora y acá estamos
-¿Notan mucha diferencia entre el primer disco y el segundo?
-Sí, existe una diferencia enorme. De movida, porque uno va adquiriendo experiencia a la hora de componer, de cranear el álbum y de grabarlo también. Pero lo que realmente hizo la diferencia en este segundo disco fue que nos descubriera Álvaro Villagra. Él nos convocó al estudio, nos dijo que le había gustado mucho la banda y que quería grabar el disco en Del Abasto, su estudio histórico, quería mezclarlo ahí también y quería masterizarlo. Y, a su vez, nos sugirió que trabajáramos con un productor artístico, cosa que nosotros no habíamos hecho todavía, y él mismo nos puso en contacto con Nelson Pombal (productor de Guasones, arreglador de Ciro y responsable del nuevo disco de Charly García) Y ese terminó por ser el acierto definitivo. Eso fue lo que posibilitó el salto de calidad que se produce en la banda entre el primero y el segundo disco
-¿Cómo fue grabar con leyendas de rock como Mariano Braun, Fernando Samalea y Willy Crook?
-Mirá, a mí me gusta explicarlo de la siguiente manera: se dieron dos cosas muy diferentes. Por un lado, una de las cosas que te permite el hecho de trabajar con Álvaro y con Nelson es que te abren puertas a las que vos no tendrías acceso por tu cuenta. Estábamos trabajando en "Candombe Para Las Heridas", uno de los temas de Cruzar El Desierto (un candombe que trata la violencia machista) y Nelson me dice '¿querés que lo llamemos a Fernando para que nos dé una mano?' yo le digo '¿qué Fernando?', 'Samalea' me dice (porque habíamos estado hablando de él un rato antes) a lo que yo respondo 'y bueno, dale' jaja! Una masa Fernando, un gigante. Y lo mismo pasó con Mariano Braun. Increíble acordeonista. Pero lo que te comentaba es que me gusta contarlo así porque lo que fue bien diferente fue el caso de Willy Crook: a Willy lo conocí yo. Fui a verlo con un par de personas que lo trataban en ese momento porque justo tocaba áca en La Plata. Le escribimos después del show, nos invita al camarín y pegamos onda de toque. Estuvimos conversando como una hora y lo invito a seguirla en mi casa. El tipo se copa y nos vamos para casa en mi autito todo roto con Willy y su saxo. Conclusión: uno de los mejores fines de semana de mi vida. Estuvimos todo el finde en casa, conversando a morir con Willy que es un ser de otro planeta, un gigante y, llegado el lunes a la madrugada, después de tanta onda y convivencia, lo invito a grabar en el disco. Me dice 'bueno, pasame algo de la banda. Pero te aclaro que si no me gusta te lo voy a decir y no voy a grabar'. Le pasé algo del disco y se copó con "Primeros Síntomas", que es el tema que abre el álbum. Lo llevamos a su casa en Capital, nos invita a pasar y la seguimos ahí. Nos despedimos casi de mañana como amigos de toda la vida. En algún momento seguramente toquemos juntos. Un gigante Willy, un gigante.
-¿Cómo vivieron ustedes la experiencia de presentar en sala llena el CD en formato físico y el videoclip en diciembre?
-Es una gran satisfacción. Para una banda como la nuestra, que comenzó sin apuro y sin muchas pretensiones, que hoy, diez años después, tengamos una sala como la de Lucamba llena de pibes cantando hasta las canciones más viejas, agitando banderas... es lo mismo que hacía yo cuando iba a ver a Los Redondos. Para mí es un sueño
-¿Cómo será el show en Lucamba?
-El show de este sábado es el primero del año y va a ser una fiesta. Vamos a contar con invitados y con toda la puesta de la banda, que de por sí es poderosa. Decir que Che Payaso es una banda para ver en vivo es caer en un lugar común en el rock. Pero no deja de ser una verdad: la banda tiene en vivo un despliegue increíble. La gente ama los shows por sobre todas las cosas. Y después bueno, tenemos pantalla, proyecciones, etc.
-¿Con que expectativas arrancan este año?
-Con las mejores: la banda está cumpliendo diez años y nos agarra esto en un momento alucinante. Felices, satisfechos con la performance digamos. Tenemos la banda que soñamos tener y que mucho trabajo nos costó. A la localía la estamos sintiendo recién ahora. Pero no sabes lo que fue. Así que orgullosos del pasado, felices del presente y bien dispuestos para los que viene.