Un cumpleaños vestido de rock
El domingo tiende a ser un día medio apagado y nostálgico. Pocas veces te lo topas con buena cara y sentís que tiene algo de enriquecedor. Esa tarde me prometí dejar de criticarlo para intentar salir de esa burbuja que me voy creando (de a poquito) casi todos los días, sin darme cuenta. Romper el molde de vez en cuando, no le hace mal a nadie.
Caminando por las calles de San Telmo, encontré varios rostros que portaban una alegría que contagiaba. La cantidad de abrazos que veía concluir, me transmitían una especie de comodidad y calma. Uno siempre se termina viendo reflejado en el otro. Y más en esos momentos donde la felicidad es inmedible. Como si dentro tuyo se empezara a reproducir una película cargada de fotos y momentos en donde sentiste tocar la gloria y te atreviste a abrazarla. Por eso siempre hago hincapié en eso de que el amor salva. “No necesito las luces ni los lujos de la ciudad”, canta una banda amiga…
La música comenzó a colmar la noche cuando Trance Insomnio se encargó de abrir el show, como banda invitada, en el escenario de La Trastienda Samsung. El trío se mostró muy contento por el recibimiento y por cada respuesta del público (que tan de fiesta se encontraba).
Pasadas las 20 hs, en la oscuridad del recinto, las cámaras empezaron a apuntar hacia el escenario, donde el telón se fue abriendo de a poco, dejando entrever un juego de luces acompañado de “Dirección Incierta”. Una cantidad increíble de globos rojos y negros comenzaron a desplegarse en cada espacio del lugar, dando por sentado que la fiesta había comenzado.
Finalizando “Cerrando puertas”, el público aprovechó el respiro para poder cantarle el feliz cumpleaños a Luciana (voz en Cirse) quien agradeció con un cariño inmenso y siguió brillando en el escenario.
El show tuvo la suerte de ser ATP para aquellos chicos “cirseros” que tenían una sonrisa enorme al ver al grupo tocar. Claramente el rock no entiende de edades, y a la música la disfrutamos todos. Cuando “Consecuencias” llegó al repertorio, tuve la suerte de ver como a una nena de unos 7 años aproximadamente, bailó y cantó cada estrofa de principio a fin, de la mano de su padre. Sin dudas, esas pequeñas cosas te salvan un domingo de nuevas experiencias. Te movilizan cada parte dentro tuya.
Desde la voz de Luciana podíamos escuchar varias historias de amor y desamor, como “En otra vida”. Siempre nos apropiamos de alguna canción porque sentimos que nos llega desde algún lado en particular. Como si se amoldara perfectamente en una situación que nos tocó vivir. Como si encajara con cómo nos sentimos emocionalmente algunos días. Personalmente, creo que el estribillo nos removió un poco el alma a todos.
Con un cambio de luces, y el ambiente ya totalmente cálido, se venía un alucinante cover, donde en formato acústico, el público se deleitó con “Linger” de The Cranberries.
'Cuando era adolescente quería tener una banda de Rock y miren esto' fue la respuesta de Luciana a una gran torta de cumpleaños. 'Cirse cumple 15 años, vamos a dar un concierto muy importante' aseguró, sin poder adelantarnos dónde. Y como dice otra banda amiga, “el aguante es el amor de verdad”, y a todo sueño se lo aguanta y empuja.
Y como todo cumpleaños lo festejas rodeado de amigos y familia, el primer invitado de la noche fue Emanero, quien se encargó de rapear un poco en “Dame un motivo”, tal cual se encuentra en Karma.
Llegando al final del show, la banda de amigos dejó que algunos de sus fans subieran a tocar una partecita de “Muy tarde”. Fue totalmente hermoso ver cómo sentían esa adrenalina única y pura que corría en cada parte de ellos. El compañerismo siempre perdura en el ambiente del rock, y eso es lo más importante. Poder ayudar a que el otro crezca y crecer a su lado, también.
Cerrando el show con “Por tu bien”, la voz principal de todo este sueño llamado Cirse, se lanzó al público terminando su cumpleaños de una manera espectacular.
Dicen que las primeras veces nunca se olvidan, y a mí, Cirse me cambió (y revolucionó) un domingo entero.
Fotos por Meli Pink.