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Jeites + Cruzando el Charco: que esta dupla se haga ritual


Quiero iniciar este relato con cómo conocí a las dos bandas que vi aquella noche. Una vuelta leí una entrevista que mi compañero Maxi Molina le hizo a Jeites y me dejé llevar, interesada. Automáticamente al terminar, escuché su más reciente trabajo, Mi Sol Mayor. Y desde entonces, no hubo retorno. Me sumergí en su música como me había pasado pocas veces. De mayo al sábado pasado, siempre hubo algo que me impidió verlos. De mayo al sábado pasado, que por fin pude tenerlos enfrente. Y como si fuera poco para esta cronista, la cita era de a tres: se nos sumaba Cruzando El Charco, banda que conozco por mi amigo Claudio de No Somos Nada. A ellos, tuve la oportunidad de cubrirlos, con mucho entusiasmo recuerdo, en su primer Vorterix y quedé totalmente anonadada; esa noche se intensificó el enganche y, principalmente impulsada por A Mil (su último disco), tampoco pude parar. La música, para algunos afortunados, es como la poligamia: tenés muchos matrimonios con distintas bandas. Tudo bom, tudo legal.


Todo esto lo venía pensando en el tren de vuelta de San Miguel, que es donde tocaron. El fogón en el famoso XLR, lo prendió Jeites, banda rioplatense pero de todas partes del mundo. Me cuesta encontrar las palabras para describirlo porque es necesario verlo, es necesario vivirlo: Jeites demuestra su esencia principalmente en vivo. Con sus coloridas ropas, sus decorados micrófonos que cada tanto tapan las caras dibujadas pero no por mucho porque los integrantes se mueven por todo el escenario como panchos por su casa. Exacto, 'panchos por su casa'. Desde que salen, se adueñan de él, lo hacen suyo. Y eso pasó cuando tocaron “Todo en esta Vida” primera canción del último disco de estudio de la banda, seguida por “Partículas del Aire”. Esta tema te revoluciona por dentro, te impulsa a intentar sanar esas heridas del pasado, dejar de arrastrar como un ancla lo lastimosamente vivido y volver a caminar liberados, en paz.


Siguiendo con los nuevos temas, continúan con “De la Mano” y “Volviendo a Casa”: aquella noche más de uno agradecía que todo fuera como es y no de otra manera; y que luego de esa gira, era lindo encontrarse que al volver tenemos un hogar, cualquiera que ése sea. Y qué lindo que esos pensamientos se hilen con el primer invitado de la presentación, Damián “Ticky” Rodríguez, de Cruzando el Charco.


Para mantener intacta la energía que se había engendrado, el público estaba a puro baile con “The Movement” y la batería de Juan Francisco de Paula. Seguidamente, Joa (cantante) nos recomendó la lectura de “Los Guachos”, de Roberto Torres, que relata la historia de cómo un jóven se acerca al chamanismo occidental.

En “Cabalgalo”, la familia se agranda al sumarse al escenario Josefina Halbach en la voz. Luego, Tomás Halbach (bajo) se cuelga el saxo y hace lo suyo al igual que el público, que hace los coros en “Equilibrios”.


Joa entona su voz de otra forma. Esta vez, se expresa sobre la realidad en la que vivimos todos los días 'donde el poder es asesino, no sé, Santiago Maldonado sigue desaparecido hace más de setenta días… quién sabe ya, la cuenta se empieza a perder, la gente se empieza a olvidar'. A pedido de una chica que los escuchó en su momento, también recordó a Marcelino y Juan Carlos, dos aborígenes perseguidos por la policía. Por ellos y por todos los desaparecidos, cantamos y bailamos para hacer ruido con la intención de que las cosas cambien. Por ellos y por todos los desaparecidos, sonó “La Marcha (del poeta)”. Acompañó en el escenario, otro Cruzando el Charco, Nahuel Piscitelli.


Al coreografeado “Pensar de más” lo siguió “Encontrarse”, cover de Charco. Fran Halbach (guitarra y voz) encara el micrófono principal durante “Quiero Estar”. Los cambios y la amplia variedad de ritmos que caracterizan a Jeites, trajeron consigo a “Desvío” y “Bienvenido” y no quedaba ni un cuerpo sin danzar.

Para terminar su paso por XLR y para que el próximo invitado calentara sus cuerdas vocales, Francisco Lago (voz de Cruzando el Charco), se subió a cantar “Vocé”.


Esta no fue una de esas fiestas que acaba a medianoche. Ninguna Cenicienta se fue pasadas las 12. Todos nos quedamos a ver a Cruzando el Charco, grupo conformado por Francisco Lago (voz), Ignacio Marchesoti (percusión), Juan Matías Menchon (Bajo), Nahuel Piscitelli (voces y guitarra), Matías Perroni (Batería) y Damián “Ticky” Rodríguez (teclados). Digno de un sábado a la noche, arrancaron con “Laburar”.


La Tercera en Discordia” y “Piel de Cocodrilo”, son dos temas viejos pero que no pasan de moda y pisan como los del nuevo disco, al igual que “Inmortal” y “Tu nombre” . Lo que más me asombró de este bloque fue como las canciones eran escoltadas por los vientos. Y el “SOLAZO” de Ticky (teclados), un cartel que diga.


“Viejo” fue proseguida por la tan anhelada “Zurda de Cristal” en la que eufóricamente, todos festejamos como el mejor gol del año, la entrada al Mundial de Rusia 2018.

No hay fiestas como esas que se viven entre amigos, ¿no es cierto? Entonces que suba Joaquín de Jeites, para interpretar “Necesito”, cover de su propia banda. “Cambiando de Color” y “Balas de Magia” son, a mi parecer, dos de los temazos de A Mil, y los hicieron juntos. Terrible sanguche musical nos comimos en este bloque.


Quiero contarles algo que me pareció asombroso. Fran invitó a los tablones para interpretar “Volver a Nacer” a Federico, un chico que subió un video a redes cantando CeC y llegó a los oídos de la banda. Me es imposible no resaltar este acto porque es poco usual. Es el hecho de dar espacio a otro sin esperar algo a cambio. Es el hecho de cumplir el sueño de otra persona que jamás hubiese imaginado llegar ahí. Eso a uno le da esperanza; con gestos así, hasta puede suceder que uno renazca. Ojalá más bandas siguieran su ejemplo, ojalá más gente quisiera mostrar el trabajo y el talento de otro sin más retribución que una sonrisa y un abrazo.


Aunque con “Distinta” bajamos las revoluciones, se trató de un breve break porque con todo lo que vino después, fue realmente imposible calmarse. “Cartagena”, “El Baile”, “Sobra la Esquina” y “Luna Maleante” tuvieron nuestros esqueletos a todo ritmo. Aquellas canciones en repeat nos hubiesen tenido en movimiento la noche entera. Pero afuera no se podían quedar los infaltables “Terminales” y “A dónde están”. ¿Cuál fue la frutilla del postre que hizo que nos quedemos manija de más? “A mil”, ¡claro!

Por segunda pero definitiva vez, el telón se cerró. Todo acabó. Pero es reconfortante saber que las ganas de que eso continúe se van a saciar pronto. ¿Todavía no te enteraste? Ante localidades agotadas de la pasada función, Jeites se presenta nuevamente en La Trastienda el 26 de octubre. Y en cuanto a Cruzando el Charco, tiene su propia cita también en aquel espacio de la calle Balcarce 460 el 04 de Noviembre. Desde que supimos las fechas, ambas están fijadas en nuestras agendas. No te podemos permitir que las excluyas de las tuyas.


Fotos por Mica Ridiero.

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