Jugando a mutar, siempre saliendo a ganar
El pasado viernes 6 de octubre, Jugando, pisó por primera vez el escenario de La Trastienda para presentar su último disco de estudio, Gutural.
En una noche que olía a grandeza y se disfrutaba un fresquito encantador -estela del invierno que nos acaba de abandonar- la banda oriunda de Parque Patricios estaba a nada de vivir la noche más importante en lo que va de su carrera.
Apenas pasados unos minutos de las 21 horas, "Karma" fue la canción elegida para dar comienzo a una setlist que quedará para el recuerdo.
El lugar estaba estallado, para ser sinceros, esto me sorprendió gratamente. Hace muy poco empecé a escuchar esta banda y no pensé que era tan convocante. ¡Vaya sorpresa, señores! Lo lindo de dar un show en La Trastienda es que puede asistir gente de cualquier edad y esta no fue la excepción. Había familias enteras agitando rocanroles y eso fue simplemente mágico.
El primer pogo -el primero de muchos- llegó de la mano de "El fondo del sueño". Se apreciaba un respeto entre la gente que pocas veces vi. Siendo la primera vez que veía una presentación de la banda, pude notar -felizmente- que hay algo que se mantuvo durante toda la noche y es el respeto entre el público y para con la banda. Un ida y vuelta de esos que quisieramos que se reproduzcan en todos los aspectos de la vida, a todas horas.
Martín Badía -voz y guitarra- no dirigio demasiadas palabras al público pero el brillo en sus ojos y la sonrisa desplegada durante toda la noche, daba indicios de que todo marchaba bien.
La lista tuvo una extensión de veinte temas que durante casi dos horas nos permitió disfrutar de lo nuevo y lo de siempre; y enamorarse para aquellos que quizá, quién dice, esa misma noche estaban conociendo a los pibes.
El último disco llegó con la premisa de un sonido menos melódico y con la parte más 'agresiva' de la banda un toque más acentuada. Y esa premisa estaba en lo cierto. Con un sonido diferente, que denotaba sin dudas madurez, y con una fuerza firme, no quedaban dudas de que a estos chicos les sobraba rock.
Y si de rock hablamos, nunca faltan los invitados que hacen el aguante. Siempre. En esta noche tan importante fueron muchos los que se sumaron y apoyaron a Jugando. El primero fue Tincho de La perra que los parió que se sumó para hacer "La razón". Y la seguidilla de invitados no paró; Guido Villafañe de Revanchistas, Diego Fauci de La Caverna, Migue de El Bordo y Toto de Don Cabot. Uno a uno pasaron por el escenario de La Trastienda para dejar su huella en esta noche que una semana después iba a seguir dando que hablar.
Los espectadores y fieles seguidores de la banda -como mencioné antes- fueron un tema a destacar, la fiesta nunca cesó, el canto apasionado y las sonrisas dibujadas fueron protagonistas indiscutibles. Globos de colores verdes, azules y rojos abundaban en el recinto; papeles y birra volaban por los aires. La noche se disfrutó de principio a fin gracias a la energía que transmitía la banda y que el público devolvía con mucho amor y agite.
Alrededor de las 23 hs. finalizó la fecha más importante de Jugando. Alrededor de las 23 hs. solo quedaba emprender el retorno a casa y pensar en lo rápido que había pasado todo, en lo lindo que había salido todo.
Alrededor de las 23 hs. salí de La Trastienda con el corazón contento, crucé la calle Balcarce y comprendí al fin el porqué del nombre del nuevo disco. Jugando mutó, cambió y sin dudas este cambio le sienta muy bien. Jugando, esa noche demostró que siempre hay algo nuevo para dar y que todo sale más lindo cuando se le pone potencia, garra y sobre todo, compromiso. Así como quien toma aire para gritar bien fuerte y hacerse oir; así gritó esa noche la banda. Con un grito por demás Gutural, Jugando dejó bien en claro que esto recién comienza, que hay muchos sueños aún por cumplir y que este, sin lugar a dudas es el camino.
Fotos por Meli Pink.