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Se Va El Camello: el camino de la autogestión da sus frutos

Tomás Rusconi, cantante y guitarrista, adelantó lo que tienen preparado para su próximo recital en The Roxy y repasó la historia de la banda.

Con más de una década en el circuito y siempre con la premisa de transitar el sendero de la independencia, la banda surgida en La Plata se encuentra en un gran momento. Antes de entrar a grabar su próximo disco de estudio, el sucesor de Latiendo de Más, Se Va El Camello volverá a los escenarios porteños el 25 de agosto en el mítico The Roxy y su vocalista habló con Suena Rock Under.


-La banda nació de la amistad, pasaron 13 años y la unión sigue muy vigente. ¿A qué se debe?


-Eso tiene que ver con la amistad como el punto de partida. El proyecto se formó entre amigos, eso hace que la relación y el trabajo sean mucho más ameno. Hay casos de bandas que se conforman con gente que se juntan solo para laburar. En ningún momento pensamos vivir de esto, más allá que sería genial para todos, pero no lo emprendimos como un negocio, ni como una forma de sustentar nuestras vidas. Nosotros lo hacemos como hobby, siempre con ganas de tocar con amigos y disfrutar esos momentos a la tarde, que desde hace 13 años venimos teniendo.


-Es casi la mitad de tu vida. ¿Qué foto o momento elegirías de esos 13 años?


-La imagen que tengo siempre en la cabeza es la de mirar a los costados y ver siempre a las mismas personas. Los momentos que quedan guardados son las fotos grupales porque más allá de los músicos que están en escena, somos más de 30 personas. Cada uno siente la banda de la misma manera que nosotros, como si estuviesen arriba tocando o llevando esa función dentro del proyecto como músico. Otra imagen es la de los asados que organizan los chicos de Moreno. Les gusta mucho la banda y empezaron a venir cada vez más a La Plata. Lo titularon Asado Popular Camellos. Lo hacen en el Bosque, obviamente nos invitan y a veces nos ponen a las riendas de la parrilla. Conocemos el entorno de cada familia de la gente que nos va a ver porque a un recital capaz no pueden ir con los chicos pero si pueden ir a la tarde a un asado al boque. Caen un montón de familias con los nenes que tienen las remeritas de la banda, comemos, jugamos a la pelota con los chicos y hacemos música. Esas cosas son impagables y es lo que más nos alegra de Se Va El Camello: que tenga esa buena relación con la gente y esa empatía que hace que se sientan identificados.


-Mencionaste al equipo de trabajo. ¿Cómo se formó?

-Somos gente que está aprendiendo. No somos profesionales en lo que hacemos pero lo hacemos con mucha convicción y también con esa fuerza de saber que lo que hace uno, es también para el de al lado. El staff lo conformamos con toda gente amiga que llegó al lugar donde estábamos nosotros, medio en una relación casi de convivencia. Nos veíamos todos los días en la casa de Pebi (bajista). Tres días a ensayar, los otros días a hacer algo y generalmente cenábamos juntos, empezaba a caer gente que veía esa situación y tenía ganas de colaborar, de dar una mano en lo que sea. Así se fue conformando el staff, no sólo de personas que sepan cuestiones técnicas que nos puedan ayudar en el escenario sino también de fotógrafos y hasta de cocineros; una persona que sabe cocinar y se suma a darnos una mano en los shows, estar al tanto de la comida nuestra y de los invitados. Cada uno tiene su lugar y en esta banda hay espacio para todos. No hay jerarquías, es un proyecto muy colectivo donde todos aportamos y sabemos cuál es la finalidad que queremos para el grupo: seguir juntos, compartiendo amistades, conociendo lugares y con la felicidad de estar codo a codo.


-¿Cómo fue la experiencia de tocar en el festival Provincia Emergente?


-Fue muy bueno porque es la primera vez que nos convocan a tocar dispuestos a valorar lo que hacemos por medio del cachet como parte del contrato. Hay veces que en muchos otros festivales te invitan y es como si te estuviesen haciendo un favor. Da la sensación que vos les debes algo. En este caso nos trataron de primera como a cualquier otro artista, no se hizo diferencia y nos pareció muy bien. Por fin la provincia les dio un espacio a los artistas para poder mostrarse, respetando el trabajo que hacemos, el esfuerzo que le metemos todas las semanas y dándole lugar a una pluralidad de artistas.


-Además, quedó un registro audiovisual que subieron a YouTube.


-Si, nos dieron el material y nos sirvió para poder mostrar lo que fue el show. Fue parte del contrato. Nos sirve para difundir, tocar en un escenario así siempre es hermoso, más que nada en un festival que se hizo de manera gratuita, en nuestra ciudad y en un lugar tan mítico como el Estadio Único. Aparte de ser la primera vez que pisamos ese estadio, hemos ido a ver La Renga, El Indio y un montón de bandas que seguimos desde chicos. Fue muy emocionante pisar el escenario y ver que estaba todo nuestro público apoyándonos.


-Ustedes se encargan de hacer la producción de todas sus fechas. ¿De qué forma se afronta ese despliegue siendo una banda independiente?


-Con mucho esfuerzo y gastándonos las manos. Nosotros somos músicos pero no sólo tocamos la guitarra sino que montamos escenarios, armamos las puestas de luces, creamos las logísticas de las pegatinas y panfleteadas en la calle. Pintamos pasacalles, nos subimos a las escaleras para colgarlos, cargamos fletes. Vamos a hablar con quién halla que hablar para solucionar cualquier adversidad que pueda surgir. Somos artistas plásticos, no de título pero si tenemos una formación plástica de muchos años en la Facultad de Bellas Artes que nos vino muy bien para poder representar a la banda en su concepto de estética. Esas son las propuestas que llevamos a cada show, desde las visuales hasta las gráficas. Nos gusta igual, no renegamos, nos gusta poder hacernos cargo de todo.


-La Plata se caracteriza por: cultura y rock. ¿Cómo vivieron el conflicto que tuvo que atravesar Pura Vida?


-Creemos que todos los artistas, músicos, fotógrafos, la gente que hace teatro, que escribe y pinta, merece tener su espacio para mostrarse. El arte no es una joda y hay mucha gente que vive de esto. El Estado tiene que apoyar a la cultura y para eso tiene que brindar espacios. Pura Vida es muy importante acá en la ciudad porque es el único lugar donde nosotros creemos que estamos valorados como miembros de la sociedad en el marco de la cultura, como artistas, porque no se nos pide plata para poder tocar y brinda todo el apoyo al artista que se presenta en el lugar. Si venís de afuera a presentarte en Pura Vida, vas a tener un lugar donde dormir o bañarte. La ganancia de la puerta y de las entradas anticipadas es para el artista. Es gente muy comprometida con la cultura y es injusto que se cierren los lugares y los artistas no tengan donde caer parados.


-¿Crees que esa situación va a seguir sucediendo?


-Pienso que mientras haya intereses políticos y gestiones como la actual donde no se piensa tanto en el pueblo, sino en los intereses empresariales y personales, creo que va a seguir sucediendo. Pero también creo que hay un bloque de artistas acá en la ciudad que está muy plantado y como decimos siempre más allá que la unidad sea la fuerza, si estamos unidos como bloque es mucho más difícil de corrompernos. Entonces también por eso tratamos de disipar esas disputas entre distintos artistas y entre el público que a veces confunde las movidas del rock y de los distintos espacios dedicados al arte. Me parece que habría que dejar toda disputa de lado y unirse para hacerle frente a esta lucha contra una gestión que está golpeando a la cultura de manera muy directa.


-Están trabajando en el disco nuevo. ¿En qué etapa se encuentra?


-El disco nuevo nos tiene muy contentos. Trae cargado las influencias del rock de la década del ’90. Estamos en un momento en el que sentimos que ese género está dejando de ser tan rockero. Las bandas de hoy en día no nos dejan del todo conformes, se perdió un poco la producción de rock, vemos más canciones poperas con distorsión que rocanroles. Nosotros defendemos más el rock con solos de guitarra, producción en los riffs, guitarras poderosas e instrumentación. Si bien el rock de los ‘90 no es el que más nos gusta en relación con los del ’70 u ’80, me parece que el disco nuevo va más para ese lado.


-¿Este nuevo sonido fue decido de antemano o fue surgiendo?


-Va surgiendo. Las nuevas canciones son producto del aporte de cada uno de los integrantes y son muy variadas. Lo que tiene de bueno es que cuando caen a la sala y se empiezan a tocar por primera vez, el sonido natural que sale es más rockero. Por ahí tiene que ver con la inclusión de Elunen (guitarrista), él está muy cargado de rock y tal vez con la madurez nuestra que ya dejamos un poco de lado la pachanga que traíamos de cuando éramos más pibes y encontramos el lugar más cómodo en el rock.


-Venían laburando con Sebastián Perkal en la producción. ¿Este disco no va a contar con su presencia?


-Nosotros con Sebastián hicimos la producción de Las Luces del Alba en el año 2010 y de Latiendo de Más en el 2012 y 2013, en ese verano. Ambas experiencias fueron únicas y muy fructíferas. Para este disco estamos buscando una alternativa distinta, otra experiencia. Para no caer en lo conocido es como aventurarse a nueva mirada y también apostamos a la producción propia. Vamos a ir a grabar a un estudio pero con los temas casi cerrados, sin mucha mano externa desde la producción artística. -¿Entonces hubo mucha preproducción?


-Sí. Estamos armando maquetas de todos los temas, eligiendo las que más nos gustan y dándole mucha bola a lo rítmico, los ensambles, que todo suene bien ajustado. Una vez que terminemos las maquetas y que tengamos los arreglos bien definidos, vamos a meternos en un estudio grande para grabarlo. Eso tiene que ver con una cuestión económica de ahorrar en cantidad de tomas. No es lo mismo que yo vaya a probar un arreglo que ya tenerlo totalmente definido, ir, grabarlo y listo.


-El 25 de Agosto van a tocar en The Roxy. Es una apuesta importante. ¿Cómo están preparando la fecha?


-Para nosotros es una alegría bárbara poder hacer un lugar de renombre como The Roxy, donde han pasado tantas bandas, colegas y donde hemos visto algunos shows que realmente nos gustaron mucho. Tenemos muchas ganas de pisar ese escenario y nos van a acompañar varios invitados. Vamos a sacar algunos micros de acá para que la gente pueda estar. Es un recital temprano por lo que pueden entrar los más chicos, una puesta muy grande y con una producción muy linda desde las visuales hasta la lista de temas que va a recorrer los 13 años de la banda. También vamos a presentar unas canciones que nunca tocamos del próximo material.


-¿Luego de esta fecha que se viene para la banda?


-Esta fecha se nos interpuso en el proceso del disco. Realmente no estamos pensando en otra fecha, si en meternos en el estudio y encerrarnos un tiempo sin fechas para poder cerrarlo cuanto antes. Cuando interpones una fecha en el trabajo del disco, se frena mucho ese proceso por una cuestión de que en vez de juntarse a producir, armar arreglos o ensayar esas canciones del disco para afilarlas, estamos laburando con invitados, viendo cuestiones técnicas y estéticas. Entonces el disco queda en stand by por unas semanas hasta que pase la fecha y podamos retomar con ese laburo.


La cita es el viernes 25 de agosto en The Roxy, Niceto Vega 5542, Palermo. IMPERDIBLE.



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