Un Zadar oxigenado con Rock
Fue ver el evento en Facebook, clickear en “asistir” y después pensar en lo demás… Menos mal que el #cortandolasemana estaba seguido de un feriado porque después de lo vivido el 24 de mayo en Zadar, creo que todos lo necesitamos.
La primera de las cuatro bandas que nos iban a deleitar esa fecha, fue 9 menos cuarto. A pleno con “Tengo Suerte”, yo pensaba en qué suerte tengo en ser y estar ahí, presente esa noche, viendo a la banda que tan bien suena y tan cómodos se los ve en el escenario. “El Jardín del Otro” es seguido de “Aparentar” y “No Te Olvides de Ser Feliz”. El cantante cuenta que en el camarín, vivenció la cantidad de músicos que había y la admiración que había sentido hacia sus compañeros de banda y del Under… y que ese es el camino. Al final de la lista se encontraba “Mochila” y los presentes los despidieron al grito de: ¡No pierdo más tiempo!
Y realmente, sin perder el tiempo, toma el escenario Locos de Nacimiento. La banda de Almagro que nos regaló temas como “Pájaros (Enjaulados sin alpiste)” y “El Cielo que Velás (Piel de enero)”. Intentando acercarme al escenario, mis “¡perdón! y “¡permiso!” se quedaron atascados a la mitad del salón ya que no podía avanzar entre la multitud concentrada en el show que tenían enfrente.
El grupo se despide del sur anunciando que, la próxima parada, va a ser el 24 de junio presentando “Locas Relaciones” en Palermo Club.
A la 1 de la madrugada, salen a la cancha los integrantes de Aturdidos: Mariano Iturria (voz y guitarra), Tute Schiro (guitarra), Matías Barriga (guitarra, armónica), Pablo Bargas (bajo), Mario Zanabria (batería), Alí Boggon (percusión y accesorios). Encabezan la lista “7 Reyes” y “Mañana va a doler”. Marian no quiere dejar de agradecer a todos por acercarse temprano al lugar y haber entendido lo que significa “compartir”: desde el minuto uno que sonó la primera banda, se veía que nos íbamos a quedar hasta el final de la fecha y, según dice, eso no es común. En ese aire no sólo se respiraba rock; también se compartía. Y siguiendo el hilo de esas palabras, se sube Damián Morrone de Cuenta Nueva a cantar “Ceresita”.
Una poderosa intro de guitarra, da inicio a “A Volar” y yo me pregunto “¿quién se va a querer escapar si ahora llaman a Body de Don Cabot, para ponerle voz a “El Tesoro de los Inocentes”? Cuando creíamos que con “Transitor” íbamos a bajar las revoluciones, nos pillan desprevenidos al ritmo de “Todo un palo”, también de Los Redonditos de Ricota y nos conducen a la euforia, una vez más.
Entre temas, chusmean que van a volver a Capital en julio, luego de haber hecho dos shows seguidos en provincia. ¿Nos dirán cuándo? Vamos a ver…
Ahora sí, nos tranquilizamos un poco y con otra canción del EP “Principios”, lanzado en el año 2015, el cantante se calza la acústica para que volemos bien alto con “La Luz”, seguidas de “Rockito” y “Chuchillos”.
Ya llegando al final, Mariano reitera que compartir es humano y que esa noche es una fiesta repleta de amigos. Entre ellos, se encuentra Marcos, cantante de No Somos Nada. Juntos, interpretan “Puliendo”. Los anfitriones lo despiden y le dan la bienvenida a “Miércoles mal educado”.
Personalmente, era la primera vez que veía al conjunto quilmeño en vivo y lógicamente, no sabía qué esperar. Es así que me fui sorprendida y feliz de haber observado una banda con tanto despliegue, que demostró facilidad y bienestar sobre ese escenario. Ni se me ocurriría poner en duda que esas cualidades se harán notar en otro lugar. Es así que coincido con “Pompón Rosado”, al decir que “Son buenos chicos, ¡vayan nomás!” a su próxima presentación en Makena, el 11 de julio.
Por cuarta y última vez en la noche, se abre el telón. Lenta y coordinadamente empiezan a
moverse los cuerpos con los primeros acordes de “Esperanza”. Miré a mi alrededor y vi unos cuantos brazos levantarse al cielo en concordancia con el “¡Tengan miedo que cada vez somos más!” de Marcos Matarazzi, voz de No Somos Nada. La batería de Mateo Matarazzi, respaldada por la trompeta de Luis Córdoba, dan inicio a “Somnolencia” cantada por el bajista, Claudio Sobrero.
Se abre paso una versión diferente a la que veníamos escuchando de “Malestar”, pero que no modifica lo que a uno le genera cuando la escucha, canta y siente. Nos anima a poner el pecho contra todo riesgo e invita a ir por este camino que, en “Hablando de Sueños”, nos lleva muy lejos escoltados por las congas de Fernando “Pichi” Bonilauri.
“Rojo” y “Desandando”, segundo y primer track respectivamente del último disco de la banda, son los que siguen impulsando a la gente a saltar y poguear sin importar el lugar, motivados constantemente por la guitarra de Luciano Torrisi. Y, en cambio, en “A Veces También” se intercambian miradas de compañerismo, se enlazan los cuerpos y rezan: “la fe en tu (nuestra) propia fuerza es la que te (nos) mueve”.
Marquitos y su charango entonan “88°” y “Canción para despertar a Joaquín”, dos himnos que evidencian el disfrute constante de la banda en lo que hacen. Y no quieren que ese goce sea sólo para ellos. Es así que nos dan la bienvenida al mundo de No Somos Nada, “donde las canciones son como caricias, son como regalos que nos damos en una mirada. Gracias por compartirlo”. De igual manera, se convoca al escenario a todos los músicos del recinto (literalmente todos) para cantar juntos “El viento trae una copla” de Bersuit Vergarabat. Por tercera vez en la velada, el compañerismo entre las bandas del under se ve reflejado en la invitación que se extiende a Mariano de Aturdidos, para que interpreten a dos voces, “Sólo Adiós”.
La versión cumbia de “Dejarse Llevar” nos complace a los que creemos que ese género y el rock son amigos, estimulando a los presentes a buscar una pareja de baile y a tirarse unos pasos.
Nuevamente, la versatilidad de No Somos Nada sale a relucir con “Ska de los Pibes”, que lucha contra la fría mentalidad de los que encierran sin más, a los jóvenes porque creen que allí está la forma, que así se solucionan las macanas (las suyas y las del otro); se margina, se pone tras las rejas y que sean problema del de al lado, mientras no sea el mío… o que sean problema de ellos mismos. Nos invitan a abrir las cabezas y a pensar "¿es esa la manera?" Los invito a que amplíen el pensamiento escuchando el EP #7Años7Sueños.
Para el asombro de algunos, suenan “2, 3, 10” y “Maté” y el cantante manifiesta que el enemigo más veloz de uno, es el que tiene enfrente del espejo. Esto es lo que somos, esto es lo que “Soy”: un accidente, un azar, un caos; soy lo bueno, lo malo, todo lo humano. Y nos seguiremos haciendo humanos el 17 de Junio en Beatflow.
Llegando al fin, quiero dejar asentado: comparto el asombro y las palabras de Mariano de Aturdidos, al ver el respeto del público presente en Zadar. Cuatro eran las bandas que nos atrajeron a esa fecha, cuatro eran los públicos presentes. Pero nos vi como uno solo. Y esto me lleva a coincidir entonces con Matías Landolfi, voz de 9 menos cuarto, y reafirmar una vez más, que LA MÚSICA ES UNA SOLA. Y… ¡LARGA VIDA AL UNDER Y A LA AUTOGESTIÓN!