El miedo se lo guardaron y al escenario volaron
El 24 de noviembre de 2016 Juan Manuel “Faui” Farías (cantante) escribía en su cuenta de Facebook que no tenía ni “la más remota idea de cómo ni cuándo” iba a ser el primer recital de Del Vento. Si bien en febrero tuvimos la chance de verlos por el sur de la provincia, en Espacio Blow y en formato acústico, ninguno de nosotros sabía que nos encontraríamos de nuevo el 7 de abril en Libario Bar, eléctricamente recargados.
A las 22.21 horas de esa ideal noche de otoño, en Palermo, empezaban a sonar los primeros acordes de “Tu canción”, que, a riesgo de ser subjetiva, me sacó una sonrisa. Porque muchos sabemos cuánto esperamos volver a ver a Faui arriba del escenario con su guitarra eléctrica colgando. Y al fin llegó. La noche siguió con “A sentir” y “Tricornios” para luego “dar paso (…) para ver” o bueno, escuchar, la tan ansiada “Nimbo”… y qué decir de esta canción. Arranca poderosamente la viola del cantante, que unos segundos más tarde nos anuncia que dentro de su ser hay sueños y esperanzas. Y sí que los hay. Sino miren hasta donde los trajeron ambos hoy, con tanto esfuerzo, tanta garra y tanta pasión, 5 meses después de esa publicación en su muro.
Pero, a diferencia de lo que anuncia la canción anterior, la sorpresa que estaba por venir sí era grata. Mete cambiazo y se calza la criolla para que empiece el momento acústico de la velada con “El milagro de tu ser”. Con la compañía constante del místico e incomparable bajo del señor Andrés Zadunaisky, la “tan deliciosa como delicada” “Inmaculada” comienza a agitar un par de corazones y una vez más no seguimos la letra de la canción, porque quién se va a querer escapar por la puerta de atrás si sigue “En @#$%& en el Finisterre”, eh? Esa pieza que el 20 de diciembre pasado superó las mil reproducciones en YouTube y a los que seguimos bandas nos hace pensar “qué ganas de que me inviten a un recital loco!”. Para algunos afortunados, esa es LA demostración de amor.
Este cuento no termina sino que recién está por la mitad y ahí va “Mi Big Blind”. Disfrutamos ver en el escenario a Joaquín Artese, quien fiel a la causa e intercambiándose la guitarra con Faui, participa como invitado en “Besarte otra vez”. En este caso, los laureles se los lleva el dueño de la imponente batería del rock under, Ezequiel Poli, que musicaliza y le pone voz a la historia de una madre que pierde a su hijo en la época de la dictadura militar, aquella que tanto dolor genera en el pueblo argentino, y “expresa desde que nace hasta que desaparece cuánto lo ama, con la ilusión de abrazarlo y besarlo otra vez”, según nos cuenta más tarde.
Dejando atrás el bloque acústico y codo a codo con los aplausos, “Selva de papel” nos recuerda que “solo un abrazo nos puede salvar”. Lastimosamente, la noche va llegando a su fin y el trío nos regala “De Marfil”, que genera en el público unas ganas locas de moverse al compas de esas notas musicales, que se podían ver. El encargado de cerrar el primer show eléctrico de la banda fue, y a mi parecer la mejor elección, “Amore” que, sin dudas, nos dejó insaciados. No porque no haya sido lo que esperábamos, sino justamente lo contrario: lo ansiábamos tanto que no queríamos verlo terminar tan rápido. Menos mal que cuando estaban levantando los equipos, me acerqué al cantautor y confesó que éste fue el primero de muchos otros toques que están por venir. Y nosotros seguiremos presentes, porque da gusto ir a ver artistas que no dejan de superarse a sí mismos y que siempre van por más como Faui, Eze y Zadu. Felicitaciones y bienvenidos!