La música jamás mata: inmortaliza.

Dicen que los artistas no se mueren nunca, que viven a través de su música, y quizá sea lo mismo con los fans: no mueren nunca, viven a través de ella. Porque la música no mata, da vida.

El pasado treinta de diciembre se celebró en el obelisco "Tiempo de Estar", el evento organizado por la agrupación de sobrevivientes No Nos Cuenten Cromañón, en honor al décimo segundo aniversario de la tragedia que marcó el corazón de los argentinos, en el año 2004.

Estar presente entre tanta gente reunida por una misma causa, produce sentimientos encontrados: suenan las bandas, suena el rock, pero también suena el silencio de las almas que nos dejaron para siempre hace ya varios años.

La cita comenzaba a las 19 horas, pero con un clima propio de verano, el inicio fue alrededor de las 20:30hs. Lo que se vivió entre la gente es difícil de describir: emoción, respeto, alegría, conciencia.

Las bandas que sonaron incluyeron a El Mirador, Peligrosos Inocentes, Ases Muertos, un acústico de Rock a La Orden, Ojos Locos, La Perra Que Los Parió, entre otros, cerrando con Los Gardelitos antes del discurso de cierre. Grandes músicos y grandes personas que decidieron brindarse para rendir homenaje a los que hoy ya no están. El clima que se vivió es la clara demostración de que la música es siempre inocente, jamás mata.

El sonido y las canciones fueron increíbles; así como las palabras de Juano Falcone, miembro de La Caverna y ex Callejero, que aseguraron que hay que demostrar en la calle y a todos, por qué Callejeros es inocente, no solamente decir que fue inocente.

Banderas argentinas, banderas alusivas a Callejeros y Cromañón, un promedio de ocho mil personas disfrutando la música y haciendo memoria a doce años de la tragedia.

Como en todo buen acto conmemorativo donde el rock es el protagonista, se sintió de cerca la emoción y el compromiso por mantener viva la memoria de lo que fue una tragedia, así como la lucha por los inocentes que hoy en día no tienen libertad.

“¿Sabés que pasa?” me dice Matías, de 28 años, que compartió unos minutos al lado mío. “La gente se olvida. Uh, sí, un garrón, y a otra cosa. ¿Y los pibes? La lucha está siempre entendés, pero es una lucha sin bardo, sino fíjate. Acá no hay bardo, hay paz, porque hay que salir a la calle a mostrar eso entendés. Callejeros es inocente, no te olvides”. Mientras buscaba informarme sobre el evento, un comentario de Facebook me llamó la atención: “Ojala la gente entienda que no es un festival de rock”. Y sí, tal vez no lo sea, pero sí es cierto que el rock es la herramienta que permite que hoy, entre todos, los chicos que murieron en Cromañón sigan viviendo entre nosotros. Hoy, el rock es su recuerdo y lo será siempre.